imagen de www.pagina12.com.arHubo una época en la historia de la humanidad en que el cargo mas peligroso que había era el de ser mensajero…muchas veces el llevar un mensaje de un rey o de un poderoso a otro, le costaba la cabeza al mensajero y la respuesta que enviaban era su caballo a pleno galope con la cabeza del pobre amarrada en alguna parte. Se mataba pues al mensajero, no a quien enviaba el mensaje. Volvían al mensajero el problema, y se les olvidaba que el problema era el mensaje y, ni siquiera el mensaje, sino el que lo originaba.
En la campaña electoral pasada, casi todos recordamos cuando al aire, en una emisión de un canal televisivo nacional, en el momento en que estaba prendido el escándalo –otro más- del DAS y el presidente de la republica regañó delante de todo el mundo al director de la revista Semana…para sólo recordar un caso…este domingo volvió a suceder lo mismo, con mas altura, con la dignidad que el cargo presidencial implica, pero nuevamente el presidente regañó a los medios de comunicación…y esta vez, como en la anécdota de los mensajeros, se culpó a los periodistas quienes llevan los mensajes a la opinión publica, se los llevan a ud mi querido oyente o querida lectora, y tal cual sucedía antes, se olvidó que el problema no es el mensaje o el mensajero, sino que existe un problema…un problema real y concreto.
En una democracia en construcción como la nuestra, no existe un balance entre el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial, no lo había antes de la constitución de 1991 y tampoco lo hay ahora. En Colombia tenemos una cultura presidencialista, una, si se quiere, democracia presidencialista. Y eso quiere decir que tenemos una democracia bastante inmadura. Bastante Atrasada. Los medios de comunicación y no todos, algunos, son los que ocasionalmente le hablan duro a los presidentes. Así sucedió en el proceso 8000 con Samper, así sucedió con el hijo de Misael, y así sucede, ocasionalmente, con el actual presidente. Son pues los medios de comunicación, los periodistas, los que hacen que tengamos un aire de democracia, porque la democracia es el debate, la democracia es la controversia y por ende la democracia es la tolerancia.
Hay unas gravísimas contradicciones, muy graves entre las declaraciones del comandante de nuestro ejército el jueves pasado, y las que da el señor presidente el Domingo. Y haya pasado lo que haya pasado, Llámese como se le llame, búsqueda desesperada de positivos, operativo de inteligencia o de contra inteligencia, como se quiera: Nada justifica 19 soldados heridos y un civil muerto. Pero especialmente, no recuerdo al expresidente Samper, o al expresidente Pastrana regañando los medios de comunicación…eso es más grave, pues no ayuda a la formación de la democracia.
A buena parte de los medios, de los periodistas les ha tocado recordarnos que vivimos en un intento de democracia, y como tal merecen el respeto y la solidaridad de todos los ciudadanos y ciudadanas, en especial, de los que queremos ver algún dìa una democracia real, es decir, una democracia de las posibilidades sociales económicas y, finalmente, políticas, que nos lleven a una paz integral
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